España busca (re)posicionarse en el mercado internacional de las naranjas. Los precios fijados por otros países exportadores como Egipto e Israel están dificultando cada vez más mantener una posición líder en el mercado de los cítricos.
Según publica FreshPlaza, las naranjas de Egipto están entrando con mucha fuerza en los Países Bajos, un mercado que ha solido estar bajo el dominio español. Cuando están de temporada, estas naranjas del norte de África desplazan el producto español de forma alarmante. Para empresarios del sector en Valencia, el hecho es bastante relevante teniendo en cuenta que dichas naranjas no son sometidas a los exigentes estándares de calidad y seguridad alimentaria obligatorios en la Unión Europea.
Por otro lado, Israel también está ejerciendo una fuerte competencia en algunas variedades concretas, como la Orri. El país situado en Oriente Próximo, que debe invertir más en logística que España para hacer llegar sus productos a Europa, está ajustando los precios a unos niveles muy sugerentes para los importadores y que dificultan la competencia en nuestro caso.
Además, la campaña de cítricos española ha decaído en los últimos años. Una caída de un 30% en la producción, para bien y para mal, ha evitado que se desperdicie mucha fruta que, debido a la dificultad de muchas empresas para hacer frente a los costes de producción y recolección, habría acabado en la basura. A menor oferta, menos demanda.
En esta coyuntura, los exportadores españoles están buscando el modo de mantener los precios en los mercados europeos al igual que la cantidad de naranjas exportada. La presión que ejercen las grandes cadenas de distribución, por desgracia, no ayudan. No es de extrañar que las operaciones de mercado en el sector de los cítricos estén realizándose con mayor lentitud de la habitual. Las naranjas españolas, por ahora, seguirán luchando por ser competitivas.